Reporte II «La encrusijada»

Hoy, mientras regresaba de hacer una colecta en alguna parte del manglar de esta reserva de la biósfera, noté que el guarda parques que nos guiaba se apresuró a tomar su cámara fotográfica para después hacer una llamada a su jefe via woki toki. Se trataba de un incendio forestal.

¿Cómo puede darse un incendio forestal en esta región? Recordemos que se trata de un manglar, es decir, hay poco terreno donde haya piso, de hecho, la mayor parte de la vegetación está en el agua. No sólo eso, los últimos días, a pesar de no ser época de lluvias, algo ha lloviznado y la región no se ve para nada seca. Además, el lugar donde se presentaba el incendio, no era una zona habitada. Los campamentos están prohibidos y por si fuera poco es complicado accesar a esos lugares. Una pequeña fogata, sería incapaz de incendiar un manglar.

Ante la eminente aberración que se presentaba entre la lógica y el fenómeno, pregunté cómo podía darse un incendio, pues además, había escuchado ya que en esta época eran frecuentes.

Los incendios en esta región del país no son casuales o accidentales, se tratan de incendios provocados. ¿Qué es lo que podría motivar a una persona a generar un incendio en una zona protegida donde no pueden sembrar? Cuando se trata del campo, se entiende que los incendios se realicen como parte de un plan de siembra, la famosa «Roza, tumba y quema»; sin embargo, dentro de una zona protegida y donde además la cantidad de tierra firme es ridícula, pareciera absurdo este plan de siembra.

Efectivamente, en los manglares los incendios no se producen con el fin de sembrar, sino más bien, con la finalidad de cazar tortugas y otros animales salvajes. Cuando en una «Isla» dentro del río se produce un incendio, los animales van a escapar del manglar donde se protegen de cualquier depredador (Incluido el hombre). En el momento en el que estos animales escapan, los cazadores furtivos atrapan a sus presas para después comercializarlas. Así, no sólo se genera un incendio que produce cantidades impresionantes de gases de efecto invernadero, también se quema la flora nacional y se saquea la fauna. Lo triste en todo esto, es que los saqueadores obtendrán si a caso una decena de tortugas y un par de aves. ¿En cuanto venden esos animales? Quizá mil, quizá dos mil pesos cada uno, no más. Supongamos que es en 2mil pesos cada uno, lo cual ya es bastante exagerado. En total, las aproximadamente 5 personas que practican este incendio (no controlado), obtendrán 24mil pesos. Un buen dinero, sí, pero ¿Cuanto destruyen?

Por favor, si algún economista ambiental puede hacer un aproximado de los costos por quemar unas 200hectarias de manglar, con todo lo que ello significa, lo agradeceré. Creo que sólo de madera, ya se pierde una buena cantidad de dinero (Para la región, para el país). El resto de animales que mueren, sin duda tiene un costo. La cantidad de gases que se emiten también debe tener un costo grande. Es casi seguro que afecta el incendio, de alguna forma a la pesca en los alrededores ¿Cuanto perderán los pescadores? El turismo, ni se diga, para muchos hoy inician las vacaciones y mañana empezarán a llegar turistas a lo loco. Controlar estos incendios, requiere de lanchas, los turistas tienen que retrazar su llegada y por lo tanto, su consumo de alimentos en la playa. Ver a militares por todos lados, asusta y seguramente, los turistas que lleguen mañana, no recomendarán venir a sus amigos.

Después de entender lo grave del incendio y con lo que estaba relacionado, fui a ver al jefe de los guarda parques para que me diera su punto de vista. Ellos no son una autoridad, no pueden detener a los cazadores furtivos, sólo pueden denunciarlos, ¿pero qué sucede? Para hacerlo, tienen que llevar pruebas, fotos o alguna declaración de alguien que los haya visto «in fagrante». Si ellos mismos van, toman las fotos y declaran, se enfrentarán a conflictos de mayor índole.

Los saqueadores de tortugas no son gente honesta y de hecho, suelen ser un tanto peligrosos. Son todos nativos de la región y conocen más que bien a los guarda parques. De tal forma, que los guarda parques corren un riesgo de venganza sobre ellos o sus familias si son ellos quienes declaran. Por desgracia, la policía no abre investigaciones si no hay declaraciones, aunque haya señales de humo que se vean a kilómetros a la redonda. De esta manera, se tienen identificadas ya a muchas personas que son saqueadores y nada se puede hacer contra ellos.

¿Qué solución se encuentra? Que un grupo, de unos 20 o 30 ambientalistas venga en estas temporadas a invertir su tiempo y dinero en buscar pruebas y hacer declaraciones para así levantar, a posteriori, una denuncia en el ministerio público en contra de estas personas, cazadores furtivos. Así, los 20 o 30 ambientalistas se protegen entre ellos durante la colecta de pruebas y después, puesto que no son residentes en la región, no corren riesgo de venganzas, pues, los saqueadores, no son tampoco la mafia, son 5 vatos agresivos, pero sin poder.

La otra solución, es que la gente del pueblo comprenda lo grave de esta clase de actos y se organicen todos para linchar a los saqueadores.

Por desgracia para todos, ninguna de las dos posibilidades se ve próxima. Por ello, es probable que pasen años hasta que se erradique esa clase de conductas con las que cada vez más especies se ven amenazadas de desparecer.

Por otro lado, la buena educación, puede ayudar, pero es aún a más largo plazo. Tendremos que esperar, entonces, que los actuales cazadores envejezcan lo suficiente como para ya no poder hacer su labor y que las nuevas generaciones aprendan que esa clase de negocios más que generar dinero, gasta recursos (Que cuestan a todos).

En realidad, si se organizaran bien las comunidades, creo que podrían ganar mucho más de producciones sustentables y de ecoturismo que del saqueo (el cual además, va a dejar de ser negocio cuando exterminen las tortugas y los pericos, que ya no les falta tanto).

Espero alguien tenga propuestas después de leer este pequeño reporte.